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Los Inicios de la Expansión Española en América
25.07.2013 13:30
La expansión española en suelo americano se realizó con una rapidez asombrosa. En algo más de medio siglo los españoles exploraron y demarcaron gran parte de lo que había de ser su enorme imperio colonial; también en ese lapso llevaron a cabo la conquista de innumerables pueblos, tanto de áreas marginales, de escaso desarrollo cultural, como de las mismas zonas de la alta cultura.
Aun los estados más poderosos que entonces existían en el mundo americano (como el de los mexicas y el de los incas) cayeron bajo el dominio español durante la primera mitad del siglo XVI.
Las primeras fundaciones permanentes se hicieron en La Española, Isla que se convirtió en una especie de base de operaciones de quienes acometieron la conquista y colonización de otras islas del Caribe y de varias de las regiones cercanas de tierra firme. En La Española, además, en la villa de Santo Domingo, residieron las primeras autoridades de la colonia. De esa isla partieron, entre otras, la expedición que logró la conquista de Cuba y la que inició la conquista de Puerto Rico. Los miembros de esta última expedición, yendo en pos de una mítica fuente cuyas aguas supuestamente rejuvenecían a los hombres, descubrieron poco después la península de Florida. Desde La Española, también, se emprendió la ocupación de Jamaica y de las regiones de Centro-américa llamadas, en aquel entonces, Veragua, Darién y Castilla del Oro.
Algunas de las nuevas colonias se convirtieron,/a su vez, en focos de irradiación del movimiento expansivo. Cuba, por ejemplo, fue él punto de partida de varias expediciones que entraron en contacto con los pueblos mesoamericanos, entre ellas la que logró la conquista del Estado mexica. Por otro lado, de la provincia de Castilla del Oro, concretamente de la población de Panamá, salieron los expedicionarios que conquistaron el país de los incas.
Pese a que el mexica y el inca eran estados hegemónicos, es decir, que tenían una posición de predominio en sus respectivos ámbitos geopolíticos, fueron sometidos con relativa facilidad. Esto fue posible debido a una serle de factores, entre los que podríamos mencionar la estrategia militar de los conquistadores, los recursos bélicos con que contaban, de manera especial los caballos y las armas de fuego, y la habilidad con que supieron aprovechar las contradicciones internas de sus adversarios. Agreguemos a lo anterior el desconcierto que en general provocó en los pueblos nativos de América la presencia de un contingente como el de los españoles, completamente extraño a las culturas aborígenes. Y, en efecto, tan ajenos al pensamiento indígena resultaban los hombres venidos de Europa, que frecuentemente se !és llegó a considerar como seres divinos, como verdaderos dioses.