Dominación de Portugal en África y América
25.07.2013 13:44
A diferencia de España, que formó su imperio mediante la conquista de innumerables pueblos y la adquisición de grandes extensiones territoriales, Portugal se erigió más bien como poder marítimo. Sus posesiones ultramarinas fueron, generalmente, costeras o insulares. Las colonias portuguesas fundadas desde el siglo XV en los litorales africanos continuaron siendo, por largo tiempo, establecimientos especializados en el tráfico de productos regionales, que resultaban tanto más adecuados para su función cuanto más cercanos estuvieran de las costas. La fácil e inmediata ganancia que rendía este tipo de comercio de exportación dio por resultado que los colonos no se vieran fácilmente atraídos por la posibilidad de expandirse hacia el interior. Ni aun el tráfico de esclavos negros, que durante el siglo XVI fue prácticamente un monopolio lusitano, hizo necesaria la penetración, pues las tribus ribereñas fueron convirtiéndose en proveedoras de negros bantúes y sudaneses que, capturados en las selvas de tierra adentro, eran luego vendidos a los mercaderes establecidos en los puertos del Atlántico.
La ocupación de Brasil se limitó también, en un principio, a las zonas costeras. Desde que tuvo lugar el viaje descubridor de Pedro Álvarez Cabral los litorales brasileños fueron recorridos sucesivamente por expedicionarios de distintas nacionalidades, principalmente portugueses y españoles, pero también franceses y holandeses. La presencia de estos últimos, franceses y holandeses, representaba el mayor peligro para Portugal, ya que Francia y Holanda no parecían sentirse obligadas a respetar los Tratados de Tordesillas ni, por consiguiente, los pretendidos derechos lusitanos sobre aquella porción del Nuevo Mundo que quedó al oriente de la línea de demarcación. Todo esto influyó para que la Corona portuguesa promoviera hacia 1530, la colonización de Brasil, único modo de proteger ese inmenso territorio de la amenaza de otras naciones rivales. Se encargó la empresa a Martín Alfonso de Souza, quien trasladó a los pobladores, organizó las colonias e instaló, por comisión del rey, a fas distintas autoridades.
Hasta entonces, los visitantes ocasionales habían explotado preferentemente el palo de tinte o de Brasil, tan abundante en los litorales amazónicos como codiciado en los mercados europeos. En menor medida se había practicado también la extracción de aborígenes para someterlos a esclavitud. Pero a partir de la fundación de las primeras colonias dieron principio otras formas de actividad económica. Los hechos más significativos a este respecto fueron la introducción del cultivo de la caña de azúcar y el traslado masivo de esclavos negros procedentes de África. Aunque el número de pobladores europeos creció en forma constante, la zona de colonización permaneció localizada en la parte costera, debido fundamentalmente a las dificultades que la selva opuso a todo intento de expansión hacia el interior del continente. Las principales poblaciones que se formaron en esta época fueron puertos de mar como Pernambuco, Bahía y Río de Janeiro, o ciudades relativamente cercanas al litoral como Sao Paulo.