Conquista de los Mexicas y de los Incas

25.07.2013 13:32
La conquista de Mesoamérica fue ini­ciada, como es bien sabido, por Hernán Cortés. Habiendo desembarcado, el año de 1519, en playas cercanas a lo que hoy es el puerto de Veracruz, se desplazó luego con su ejército, formado por algo más de cuatrocientos hombres, hacia el centro político del Estado mexica, la ciudad de Tenochtitlan. Recibido en ella complacientemente por el tlatoani Moc­tezuma, no pasó mucho tiempo sin que se rompieran las hostilidades. Cortés y sus hombres se vieron obligados a huir de Tenochtitlan, pero más tarde volvie­ron acompañados por miles de tlaxcal­tecas, enemigos de los mexicas, y, no obstante la defensa organizada por el nuevo tlatoani, Cuauhtémoc, tomaron la metrópoli tenochca para después arra­sarla por completo y erigir en su sitio la nueva ciudad de México.

 

La caída de la capital mexica tuvo lu­gar el año de 1521. Los capitanes de Cortés y luego otros muchos españoles que fueron llegando a la Nueva España, como se llamó a esta recién erigida co­lonia, partieron en los años sucesivos a la conquista del resto de los territorios mesoamericanos, así como de algunos situados más al norte de la zona de alta cultura.
Los pueblos de! otro gran núcleo cul­tural americano, los de la zona Andina, fueron conquistados en fecha un poco más tardía. Inició la conquista un ejér­cito comandado por Francisco Pizarro y, en segundo término, por Diego de Almagro. Después de dos tentativas fa­llidas, penetraron los conquistadores es­pañoles, finalmente, hasta las ciudades incas más importantes, entre ellas la propia ciudad dé Cuzco. Aprovecharon la circunstancia de haber entre los incas una guerra intestina que enfrentaba a dos bandos encabezados uno por Huás­car y otro por Atahualpa, este último considerado como usurpador del poder. Ambos jefes murieron asesinados al po­co tiempo: a Huáscar lo mataron sus enemigos indígenas y a Atahualpa lo sacrificaron los españoles por órdenes de Pizarro. Desquiciado el aparato esta­tal de los incas, los españoles quedaron de hecho dueños de !a situación a par­tir de 1533. Entre las fundaciones que entonces hicieron destaca la ciudad de Lima, que sería en los siglos sucesivos, el centro urbano más importante de América del Sur, como la ciudad de Mé­xico lo fue de América del Norte.